La historia interminable

La primera piedra…en la frente

Los mensajes políticos sobre el inicio de la obra del Palacio del Sur se suceden y solapan en el tiempo desde el año 2006. La nueva fecha es a mediados del próximo año, un plazo que expertos consideran “poco creíble” así como que el edificio se ajuste a presupuesto

Tras el acuerdo con el Ministerio de Industria, las campanas de Capitulares han vuelto a repicar y han anunciado que el simbólico acto de primera piedra del Palacio del Sur tendrá lugar, según Ocaña, a “mediados de 2010”, una fecha que, habida cuenta de las experiencias anteriores y de las consideraciones de un arquitecto y técnico de la Administración consultado por este Semanario, vuelve a ser más un titular que una realidad a corto plazo.

Y es que precisamente esa experiencia debería haber aconsejado al alcalde que es mejor no adelantar nada en este asunto porque parece que es anunciar una fecha y ésta se retrasa, comienzan los problemas y se acaba como a comienzos de la presente legislatura: cambiando el proyecto, pagando a Ferrovial por nada y viajando a Holanda para que el arquitecto, previo pago de su importe, vuelva a redactar un proyecto que, ahora, como entonces y según aseguraba también Ocaña, “es definitivo, cuenta con los apoyos y parabienes de las administraciones y dará un importante valor añadido a la ciudad”.

Estas mismas palabras se pueden encontrar en las hemerotecas del año 2006 en la que la entonces alcaldesa, Rosa Aguilar daba su palabra de que la obra “se iniciaría para finales de año”. La regidora salía al paso de las críticas por la tardanza de un proyecto que acumulaba tres años de retrasos y aseguraba que todo se debía al ambiente “preelectoral”. Lo que vino después es de sobra conocido. Pasaron las elecciones, pasó (y cobró) Ferrovial, se fue la alcaldesa con la “espina clavada” de no haber iniciado la obra y la relevó al responsable de Urbanismo, Andrés Ocaña que hizo suya la estrategia anunciando que el Centro de Congresos sería una prioridad y que se esperaba contar con una fecha de inicio de los trabajos “a finales de 2009” ya que los contactos y los apoyos con las instituciones estaban más que cerrados.

Fue mentar una fecha y volvió el gafe. Primero fueron los PGE que sólo recogían 2 millones, se ampliaron a 4 por la enmienda del PSOE, luego llegó la Junta que ‘mareó’ la perdiz con las anualidades y la inversión (finalmente 20 millones hasta 2014) y luego Industria con quien la firma del convenio era “inminente” y se ha producido hace escasamente una semana. ¿Resultado? Nueva fecha: mediados de 2010.

Dudas razonables y técnicas

El caso es que esta fecha tampoco es que sea para tomarla muy al pie de la letra. Así lo asegura un arquitecto y técnico de la Administración consultado por este Semanario que habla de que los 30 meses de obra anunciados por Koolhaas son “más bien un titular periodístico y político más que una realidad ya que la importancia de la obra requerirá, en el mejor de los casos de 4 a 5 años”.

Para este experto surgen varios problemas que comprometen seriamente el anuncio de Ocaña tanto de la primera piedra como de la finalización de la obra (anunciada para 2013). “Primero hay que cerrar los convenios para que se puedan ejecutar los créditos y una vez que esto ocurra hay que sacar el concurso de adjudicación que, siendo muy optimistas puede tardar unos 4 meses”. Para que esto ocurra tiene que haber dinero y, a día de hoy, la inversión plurianual más rematada son los 20 millones de la Junta previstos en los presupuestos de 2010 “que se podrán comenzar a ejecutar a partir del mes de febrero. Todo esto sin contar con problemas que siempre los hay”. Una vez que se salven los periodos de tiempo burocráticos, la empresa adjudicataria deberá establecer los plazos y el inicio de obras que dependerá de los estudios, informes y alegaciones que se produzcan en todo este periodo que “probablemente y en el mejor de los casos puede estar a finales del próximo año”.

Acerca de la fecha de finalización, el experto consultado sostiene que “mínimo cuatro años y siempre y cuando no haya interrupciones. Hay que tener en cuenta que una obra que cuenta con financiación pública está sometida a los plazos y a las cantidades económicas que las diferentes instituciones destinan en una inversión plurianual y para 2010 hay 10 millones pues se gastan 10 y a rezar para que no haya un recorte en los siguientes presupuestos que contemplan la partida. Es decir no se puede adelantar la obra más allá de la financiación comprometida”, indica este arquitecto que recalca algo que parece obvio para todo el mundo menos para el Ayuntamiento “lo normal es que una obra de esta magnitud acumule retrasos en su ejecución. Habrá que tener en cuenta además que no existan fallos de cimentación, que parece que no, por ser la zona elegida muy próxima al río”.

Las dudas no acaba ahí y de nuevo hay que tirar de hemeroteca para recordar al Ayuntamiento algo que recalca el arquitecto consultado. “Todo el mundo sabe, y Urbanismo también, que este tipo de proyectos siempre se acaban encareciendo entre un 15 y 20 por ciento sobre el valor inicial, y más con un estudio de prestigio como el OMA”.

De estas palabras saben mucho en el Consistorio y, en concreto en la Gerencia de Urbanismo, ya que el proyecto inicial, allá por el año 2002 se presupuestó en 80 millones y acabó más allá del doble sin poner la famosa primera piedra. Y es que tanto IU como PSOE necesitan la foto para que en 2011 tengan un mensaje que lanzar a los cordobeses a los que el cuento de la inauguración del Palacio del Sur ya hace tiempo que les suena a chino.

Surgen dudas por la gestión

 

A ceptando como posibilidad que las obras puedan concretarse más o menos en los plazos previstos, el edificio de congresos tiene aún por definir, y más con la crisis económica y de recursos del Ayuntamiento, el asunto de la gestión que se le dará al Palacio del Sur. El asunto no es baladí si tenemos en cuenta que el anterior proyecto contemplaba un modelo semi público con Ferrovial que contemplaba que los ingresos mínimos para garantizar la rentabilidad deberían llegar a unos 11 millones de euros y que, en caso contrario, sería el Consistorio el que correría con la diferencia algo que en estos momentos resultaría poco menos que muy complicado para las arcas municipales como se ha encargado de recalcar la oposición.

Fuente: La Calle de Córdoba

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