Grupo Escolar Rey Heredia
El edificio “Grupo Escolar Rey Heredia” de Azorín Izquierdo: una demolición programada por el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía.
By Saqunda
Bueno amigos, como ya sabéis la hipocresía de nuestro Ayuntamiento con el tema de la capitalidad cultural no tiene límites. Hoy hemos visto como en un planfleto llamado “En Clave 16: El futuro tiene raices” se sitúa con el número 5 al arquitecto Francisco Azorín Izquierdo como uno de los cordobeses universales.
Introducción: quién era Francisco Azorín Izquierdo.
En efecto Azorín Izquierdo –aunque en ese panfleto lo hayan confundido con el escritor- fue uno de los arquitectos más notables que hemos tenido en la ciudad, como así se ha señalado en numerosos encuentros de arquitectura. Turolense de nacimiento, pero cordobés de adopción como suele decirse, desarrolló la inmensa mayoría de su obra de acuerdo a su ideología socialista, sobretodo a partir de la II República, época en la que fue concejal de Córdoba y diputado para las Cortes Constituyentes -y como sabréis o deduciréis, tuvo que exiliarse tras el golpe militar del 36-, aunque también diseñó numerosos edificios para particulares. El catedrático de Arte Contemporáneo de la UCO, Alberto Villar, contabilizó en un artículo (1) hasta 120 obras en nuestra ciudad de Azorín Izquierdo, dejándose algunas sin incluir. Estéticamente su obra abarcó desde el historicismo al racionalismo. Desgraciadamente, muchos de sus edificios fueron demolidos durante el boom urbanístico de los años 60 y 70, y en su lugar se construyeron esos bloques de viviendas tan característicos del desarrollismo franquista que hoy vemos por las calles del Centro y Ciudad Jardín.
Como decía, fue su ideología y sus cargos en el ayuntamiento –además de las influencias estéticas del momento- la que marcó su obra. En este sentido a él se debe la Casa del Pueblo en la plazuela de la Alhóndiga –cuya foto nos ha mostrado el Tabernero-, el Proyecto de Saneamiento y Reforma Interior –que no llevó a cabo a causa del golpe de estado- o el Plan de Ensanche. En estos dos proyectos urbanísticos destacan aspectos tan actuales como la documentación previa de lo que debía ser protegido por sus valores patrimoniales y naturales.
El Grupo Escolar Rey Heredia y el problema de la educación en la Córdoba de la década de 1910.
Otro aspecto de su labor como arquitecto en Córdoba fueron los proyectos de mejora social, en los que destacamos -por lo que ahora nos afecta- la construcción de grupos escolares.
Azorín –siendo concejal- publicó en 1919 una obra titulada “Los problemas municipales de Córdoba: La Instrucción primaria. Estudio con planos y fotografías para razonar una Moción al Excmo. Ayuntamiento” en el que da cuenta del lamentable estado de la enseñanza primaria en la ciudad y sus centros:
“Las insuficientes escuelas que poseemos son, en gran número, locales que repelen, antipedagógicos y faltos de higiene, donde los niños van sin aliciente alguno a aprender a costa de su salud; donde el mejor maestro, viéndose objeto de su desconsideración social que supone tal alojamiento, se degrada y se abandona entristecido.”
Con este planteamiento planeó y construyó el primer grupo escolar en el Campo de la Verdad, al que denominó en un principio “Proyecto de Escuelas unitarias para niños y niñas con Jardines Froebel” (2), y que paso a denominarse “Rey Heredia” por acuerdo municipal de 2 de septiembre de 1918:
“Dada la reducida población escolar del Barrio, se planearon dos Escuelas unitarias para niños y niñas, y un Jardín de la infancia para los menores de siete años, con una capacidad total, entre las tres secciones, de 120 niños. La Escuela tiene las dependencias complementarias precisas, despachos, cocina, gabinete paidométrico, enfermería y lavabos, y se construye elevada 1,25 metros sobre el suelo, con un solo piso. En el centro un salón con entrada independiente puede servir para establecer la segunda biblioteca popular”
Como curiosidad puedo señalar que la placa originaria que lo identifica como escuela nacional con el escudo de la II República se ha mantenido hasta el día de hoy.
“A pesar de los obstáculos, insidias y falta de interés de algunos”, Azorín consiguió a partir del primer edificio del Campo de la Verdad, la construcción de más escuelas nacionales en aquellas zonas en las que eran necesarias, con la colaboración de otros arquitectos como Castiñeyra, Calleja, Caballero y Brugueras, surgiendo los proyectos de la Plaza de Colón, Campo Madre de Dios, Paseo de la Victoria, plaza del Vizconde de Miranda y la reforma de la Escuela graduada de la Normal de Maestros.
El PGOU 2001 y “El Plan de Actuaciones del Puente Romano de Córdoba y entornos”: proyecto de su demolición.
Y con todo lo que he expuesto en los capítulos anteriores yo era feliz en mis días de inocencia, orgullosa del patrimonio de mi barrio… hasta que un día, hace ya varios años, esperando cualquier trámite en un pasillo de la Gerencia de Urbanismo ví el panel del plano del recién estrenado PGOU 2001 y me acerqué a verlo por curiosidad y ¡horror!: detrás de la Calahorra sólo aparecía una mancha verde: parques y jardines.
(Fuente de la lámina del PGOU: www.gmu.ayuncordoba.es)
En efecto, se había proyectado para la zona que ocupa el colegio Rey Heredia y la manzana de casas del siglo XIX que hay tras él un jardín, es decir, demoler toda la zona entre la Calahorra y la Plaza de Santa Teresa con el fin de dar un “entorno digno” a la Calahorra.
Al poco tiempo se dio a conocer el proyecto del Puente Romano y sus entornos de Juan Cuenca, con declaraciones de este arquitecto como “Quería transformar la zona con un gran respeto al pasado” (3), y en el que no se hace mención explícita a la demolición del grupo escolar (4).
Junto con mis entonces compañeros del Aula de Patrimonio de la Universidad, fuimos a la Gerencia y hablamos con un técnico, quien nos indicó que el nuevo PGOU ya había tenido un plazo de alegaciones pero éste ya había acabado, así que no teníamos nada que hacer. Redactamos un manifiesto al que se adhirieron otros colectivos como los Amigos del Museo Arqueológico de Córdoba, la Hermandad del Cristo del Descendimiento, los Antiguos Alumnos del Colegio Fray Albino, el propio Colegio Fray Albino y la Asociación de Padres y Madres. Este escrito fue remitido a la Gerencia de Urbanismo y al Diario Córdoba, quien publicó nuestra queja (5)
De nada nos sirvió porque parece que su demolición es ya un hecho. Si no se ha destruido todavía es por su problemática con el alumnado. Para dar cabida a los niños que actualmente hay en él, el edificio del Fray Albino se demolerá y se construirá uno nuevo de tres plantas para albergar a todos los alumnos.
Y esta ha sido toda la historia que tenía que contar de la obra de un arquitecto Francisco Azorín Izquierdo, al que el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta y la Universidad, considera Cordobés Universal pero se le destruye su obra.
Notas:
(1)VILLAR MOVELLÁN, A.: “Introducción al la arquitectura cordobesa contemporánea (1890-1940). Ensayo de inventario”, Revista Apotheca.
(2)Corriente pedagógica en la que “el Jardín de infancia es la forma de educación preescolar en la que los niños aprenden a través de juegos creativos, interacciones sociales y formas de expresión natural. […], utilizaba juegos, canciones, materiales especialmente elegidos para trabajar, e historias dirigidas a las necesidades de los pequeños. Para este pedagogo los primeros años de vida eran determinantes para el desarrollo mental del individuo.” (http://www.educared.org.ar/infanciaenred/antesdeayer/index.php?q=node/152)
(3)El Día de Córdoba, 11/05/2002, pág. 16.
(4)http://www.puenteromanocordoba.es/index.php?id=30
(5)Diario Córdoba, 28/05/2002, pág. 61.
Fuente: Calleja de las Flores Lamentablemente, la «Calleja» ha desaparecido, y con ella el enlace a las imagenes
Gracias por ponerlo en esta pagina tambien y darle difusion. 🙂
Gracias a Usted por recopilar la información, y perdón por no haberla «encontrado» antes, nos preocupan todo lo que ocurre en este lado del río y las propuestas de los que aquí viven.