XXVI Jornadas por la Paz
Al calor de la hoguera de la paz
«Prometo ver la alegría, escarmentar de la experiencia, pero nunca, nunca más, usar la violencia». Canciones como las de Rosario Flores se escucharon ayer en la Fiesta de la Candelaria, actividad que se engloba dentro de las Jornadas por la Paz del Distrito Sur, que se celebran desde el pasado 29 de enero y que continuarán durante toda esta semana.
Unas 400 personas participaron en este encuentro, que ya se ha convertido en un acto tradicional para los barrios de la zona Sur, Campo de la Verdad y Guadalquivir. Niños, mayores y jóvenes se congregaron en los jardines a la espalda de la antigua Escuela de Magisterio y volvieron a disfrutar un año más de una hoguera y una chocolatada en una tarde de ejemplar convivencia. En esta ocasión, los vecinos del distrito Sur estuvieron arropados por la veloz visita de los concejales del Ayuntamiento de Córdoba Rafael Blanco, Mari Angeles Luna, Alba Doblas e Inmaculada Durán. Precisamente, esta última se ha convertido en la mujer más esperada por las vecinas de estos barrios, según comentó la presidenta de la asociación Opción Luna, Antonia González, que explicó que, durante muchos años, Inmaculada ha sido «quien más ha removido y repartido chocolate en la Candelaria». Por su parte, la concejala, que se mostraba tras la barra como en casa, piropeó a las integrantes de la asociación y vecinos de la zona Sur, indicando que «estas son mis mujeres y mis niños».
Pero Inmaculada ayer apenas saboreó la fiesta. A las 17.35 horas salió pitando , junto con Mari Angeles Luna, pues ambas aseguraron que tenían una reunión importante para preparar la próxima sesión plenaria. Eso sí, según manifestaron, no se habían olvidado de pedir que les guardaran en un termo un poquito del rico chocolate. Supongo que algo quedará para ellas, pues los organizadores compraron para este encuentro 100 litros de leche, 25 kilos de chocolate y unas 700 piezas de tortas y bizcochos.
¡Vaya merienda que se perdieron los concejales! Pues, a la hora de su partida la fiesta no había hecho más que empezar. Los payasos malabaristas de la compañía Chispón Teatro lanzaron los primeros mensajes alusivos a la paz con un divertido espectáculo para los niños. Después vino la simbólica quema de juguetes bélicos. Los niños lanzaron a la hoguera pistolas, dinamitas y espadas realizadas en papel y cartón para decir no a la guerra y a la violencia. A cambio recibieron un libro y un vaso de chocolate. Y todo en un ambiente cálido, alrededor del fuego que une a los residentes del distrito sur. Incluso, los vecinos que no optaron por bajar a los jardines a media tarde disfrutaron de la fiesta con las ventanas bien abiertas y unos anteojos para no perder detalle.
Fuente: Diario Córdoba